Melindroso y llorón Coro: Si el yunque es de Thor, el herrero que fragua las armas de los Dioses, o de Vulcano, también Dios que habita en el fondo de un volcán, sabed que la guerra como defensa de un reino y de un amor justa y necesaria es, aunque se derramará sangre y morirán inocentes, de eso no dudéis, que por mi dama Doncella Therese lucharé con espada real y no con tretas de pelafustán, como los de la de Rosa que se vale de las mujeres para escapar y no le importan los costos de inocentes para el huir y medrar. Acá se enfrenta sangre de villano y sangre de Rey. Si vence el villano, por mala artes será y si rapta a la Doncella Therese, por su Destino lloro, ya que os digo, dudo que un Don Juan albergue amor, sino malas ates y colección, mas un Rey que ofrece trono sangre azul y la mitad del Poder, y su corazón todo, creo que no hay por dónde perder.
(Iracundo)
Este aposento está por las fuerza especiales de Reyno custodiada, así que el de la Rosa mejor no asome la nariz plebeya, que será cercenadá de una sola estocada.
ya, ya, loquilla, trae el éptasis, tomemos palco que aquí se va armar la que te dije: hay! como me sofoca y pone se me pone cuando dos machotes se embisten a caballazos. ¿No te pasa a ti. hermanita, que te dan cosquilitas?
¿En la Pussy...??
Es que la Therese la lleva, rebelde y güenona, arriba, clever, clever la Doncella!!!
¿Quién creís que gane? Voy al de la Rosa: ¡Tres mil maravedíes.
Te la doblo en Euros, preciosa: voy al Lear, a fin de cuenta se nota en sus venas como azul corre la sangre. Me lo comería mijitooooooooooooooooooo!!!
Y yo me haría chupete al de la Rosa, cosiiiiitaaaaa!!!
Ya, ya circulando cabritas, qué tanto escándalo, aquí no va a haber torneo ni nada. O me van circulando o me las llevo presas por "drogadiptas" a las machucás.
Las infantas: ¡Y este roto qué se cree qué es. ¿No sabéis que somos de Aragón, y nuestra condicón la de infantas?
El Guardia Real: Igual nomáh, mijita, vayan haciendo circular esos culitos...
(Las piñisca)
Las infantas: Hay! Este bribón me piñiscó la uva hermanita, vamos más mejor...
(La otra infanta guiñando un ojo al Guardia Real mientras le muestra un pezón)
Idos de aquí Dios perverso. Antes que os hechemos el guante. ¿O sois el de la Rosa. Sabed que este aposento está clausurado por ordenes reales y eclesiásticas.
(DLR camina pesadamente en dirección de su aposento, al cruzar la media del pasillo, atisba por untre dos columnas los pasos de la guardia...
extrae su pene del fieltro sagrado que lo cubre y lo pone al aire, se queda parado y espera que el viento lleve sus aromas hacia la puerta...
al cabo de veinte segundos y ya seguro de su efecto y mientras corre hacia su aposento, grita:
- Guardias !!!
Sólo la sombra de DLR ven pasar los guardias, quienes se apoyan sobre sus armas para no caer de sopor (sus piernas flaquean de placer)
DLR mira en todas direcciones y por fin reposa la mirada en su baúl, estaba botado en un rincón pues la habitación había sido enteramente revuelta;lo abre y luego corre el doble fondo; una sonrisa se dibuja en la punta de su miembro y un escalofrío recorre su espalda. Ahi estaba, intacto, su tesoro...
...apenas puso a recaudo su patrimonio DLR salió barriendo cuerpos y con la velocidad del visatergo, desapareció hacia el minarete más alto del castillo, susurrando.
Therese mon cher: estoy a punto de capitular. Deamasiado trabajo para un Rey, demasiada indecisión para una futura Reyna, demasiadas decepciones para un hombre que se ha jugado por entero por vos. Tenéis que decidir presto si seréis digna del puesto de una reyna. El Cardenala me ha dado consejos llenos de desconfianza a mi mente regia y vuestra palabras sólo los confirman: un día sí, un día tal vez... y vampiros y Diosisos y Bufones acusados y Cardenalas exigiendo por vuestro comportamoento una Bula papal para ser Reyna de este Reyno que relaciones directas con el sacro Vaticano matiene. Creo que mejor seguiré las huellas de mi bráder el príncipe Próspero y con is libros a una isla por propia voluntad me iré. Solo, sin conspiraciones ni machos cabríos siúticos y, además, plebeyos que se llaman de la Rosa.
(ya fuera de sí)
De la cala por el culo mejor sería!. Y además ese embozado. Y la Trina por una mujer de un zapatero que la acusa y amenaza reuelta!!!!
(más sereno)
Pero mis razones ya no son de Estado, sino de Corazón. Y ahora es éste, mi músculo herido y al descampado el que duda y a la vez arde. Qué, entre duda y ardor facer. ¿Usar yo mi propia espada contra el de la Rosa, que ya ha ido demasiado lejos en su intrepidez.
(suspira de cansancio y agobio real)
¿Oír a el Cardenala, que dice que la mujer dispone en cosas de Amor y dejar que las frutas caigan del árbol por podridas? ¡Que espere, ciego de furor y de dudas, y dejar que en mi propio Reyno se albergue un impostor que os hace dudar?.
Menudo dilema, Therese, ¿es no os bastaron una y mil noches para quedaros en mi corazón y ponerme en tal estado, de reinado y de amor?
Mi rey qué os sucede, qué os nubla vuestra mente, si después de los sucesos inenarrables de anoche en nuestros aposentos, yo pensé haberos dejado en claro cuánto amor incendiaba mi alma y mi carne por vos.
Rey insensato, no os dejéis llevar por palabras de otros, sino confiad en mí que ya her partido al convento y a ningún de la Rosa quiero ver, sólo a vos mi rey, a vos, mi amor.
13 DIÁLOGOS:
...Triste momento se fragua
cuando el yunque es la venganza
sospecho que ahora nace
lo peor de la especie humana...
(Lear sonría y se dirige al Coro)
Melindroso y llorón Coro:
Si el yunque es de Thor,
el herrero que fragua las armas
de los Dioses, o de Vulcano,
también Dios que habita en el fondo de un volcán,
sabed que la guerra como defensa
de un reino y de un amor
justa y necesaria es,
aunque se derramará sangre
y morirán inocentes,
de eso no dudéis,
que por mi dama Doncella Therese
lucharé con espada real
y no con tretas de pelafustán,
como los de la de Rosa que se vale de las mujeres para escapar y no le importan los costos de inocentes para el huir y medrar.
Acá se enfrenta sangre de villano y sangre de Rey.
Si vence el villano, por mala artes será y si rapta a la Doncella Therese, por su Destino lloro,
ya que os digo, dudo que un Don Juan albergue amor,
sino malas ates y colección,
mas un Rey que ofrece trono
sangre azul y la mitad del Poder,
y su corazón todo,
creo que no hay por dónde perder.
(Iracundo)
Este aposento está por las fuerza especiales de Reyno custodiada, así que el de la Rosa mejor no asome la nariz plebeya, que será cercenadá de una sola estocada.
ya, ya, loquilla, trae el éptasis, tomemos palco que aquí se va armar la que te dije: hay! como me sofoca y pone se me pone cuando dos machotes se embisten a caballazos. ¿No te pasa a ti. hermanita, que te dan cosquilitas?
¿En la Pussy...??
Es que la Therese la lleva, rebelde y güenona, arriba, clever, clever la Doncella!!!
¿Quién creís que gane? Voy al de la Rosa: ¡Tres mil maravedíes.
Te la doblo en Euros, preciosa: voy al Lear, a fin de cuenta se nota en sus venas como azul corre la sangre. Me lo comería mijitooooooooooooooooooo!!!
Y yo me haría chupete al de la Rosa, cosiiiiitaaaaa!!!
Eptasis, éptasis, eeeptasiiiiiiiís...
(Moviendo los bracitos)
Ya, ya circulando cabritas, qué tanto escándalo, aquí no va a haber torneo ni nada. O me van circulando o me las llevo presas por "drogadiptas" a las machucás.
Las infantas: ¡Y este roto qué se cree qué es. ¿No sabéis que somos de Aragón, y nuestra condicón la de infantas?
El Guardia Real: Igual nomáh, mijita, vayan haciendo circular esos culitos...
(Las piñisca)
Las infantas: Hay! Este bribón me piñiscó la uva hermanita, vamos más mejor...
(La otra infanta guiñando un ojo al Guardia Real mientras le muestra un pezón)
¿No harías vino con esta uvita, guarrón?
(Disparando uvas con una honda a las paredes y a las gárgolas)
¿Me llamaron?
Idos de aquí Dios perverso. Antes que os hechemos el guante. ¿O sois el de la Rosa. Sabed que este aposento está clausurado por ordenes reales y eclesiásticas.
(desaparece envuelto en una nube de uvas)
(DLR camina pesadamente en dirección de su aposento, al cruzar la media del pasillo, atisba por untre dos columnas los pasos de la guardia...
extrae su pene del fieltro sagrado que lo cubre y lo pone al aire, se queda parado y espera que el viento lleve sus aromas hacia la puerta...
al cabo de veinte segundos y ya seguro de su efecto y mientras corre hacia su aposento, grita:
- Guardias !!!
Sólo la sombra de DLR ven pasar los guardias, quienes se apoyan sobre sus armas para no caer de sopor (sus piernas flaquean de placer)
DLR mira en todas direcciones y por fin reposa la mirada en su baúl, estaba botado en un rincón pues la habitación había sido enteramente revuelta;lo abre y luego corre el doble fondo; una sonrisa se dibuja en la punta de su miembro y un escalofrío recorre su espalda. Ahi estaba, intacto, su tesoro...
...apenas puso a recaudo su patrimonio DLR salió barriendo cuerpos y con la velocidad del visatergo, desapareció hacia el minarete más alto del castillo, susurrando.
Oh, caballero de la rosa, estáis llenos de poderes que vienen de esa parte bde vuestro cuerpo que no me atrevo, por pudor, a nombrar.
Therese mon cher: estoy a punto de capitular. Deamasiado trabajo para un Rey, demasiada indecisión para una futura Reyna, demasiadas decepciones para un hombre que se ha jugado por entero por vos. Tenéis que decidir presto si seréis digna del puesto de una reyna. El Cardenala me ha dado consejos llenos de desconfianza a mi mente regia y vuestra palabras sólo los confirman: un día sí, un día tal vez... y vampiros y Diosisos y Bufones acusados y Cardenalas exigiendo por vuestro comportamoento una Bula papal para ser Reyna de este Reyno que relaciones directas con el sacro Vaticano matiene. Creo que mejor seguiré las huellas de mi bráder el príncipe Próspero y con is libros a una isla por propia voluntad me iré. Solo, sin conspiraciones ni machos cabríos siúticos y, además, plebeyos que se llaman de la Rosa.
(ya fuera de sí)
De la cala por el culo mejor sería!. Y además ese embozado. Y la Trina por una mujer de un zapatero que la acusa y amenaza reuelta!!!!
(más sereno)
Pero mis razones ya no son de Estado, sino de Corazón. Y ahora es éste, mi músculo herido y al descampado el que duda y a la vez arde. Qué, entre duda y ardor facer. ¿Usar yo mi propia espada contra el de la Rosa, que ya ha ido demasiado lejos en su intrepidez.
(suspira de cansancio y agobio real)
¿Oír a el Cardenala, que dice que la mujer dispone en cosas de Amor y dejar que las frutas caigan del árbol por podridas? ¡Que espere, ciego de furor y de dudas, y dejar que en mi propio Reyno se albergue un impostor que os hace dudar?.
Menudo dilema, Therese, ¿es no os bastaron una y mil noches para quedaros en mi corazón y ponerme en tal estado, de reinado y de amor?
(Da la espalda a la Doncella Therese y se leja del aposento pestilente)
Bah! Ya qué más da. Haced lo que os pluga. La que duda no ama y la que ama no es digna de un rey.
Adiós. Al de la Rosa merecéis. Si lo veo le diré que venga por vos y si queréis acá mismo haced vuestro cobijo de himeneos... os regalo e Reyno
Mi rey qué os sucede, qué os nubla vuestra mente, si después de los sucesos inenarrables de anoche en nuestros aposentos, yo pensé haberos dejado en claro cuánto amor incendiaba mi alma y mi carne por vos.
Rey insensato, no os dejéis llevar por palabras de otros, sino confiad en mí que ya her partido al convento y a ningún de la Rosa quiero ver, sólo a vos mi rey, a vos, mi amor.